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Social

En la actualidad otra parte de Netabora realiza una investigación sobre tecnología, democracia y elecciones a través de realmente muy complejo diseño de investigación multimodal. El caso es que tenemos que afrontar el escenario factible en una década, plantear posibilidades y sus consecuencias previsibles, el posible escenario técnico entre el plazo medio y el largo plazo y sus efectos. Una de las variables críticas es la tecnología de comunicación social, y dentro de ella los subsistema de empatía y discrepancia social que viene a ser algo parecido a lo que en estos momentos se denomina «redes sociales». ¿Qué tiene que ver todo esto con los CDs y las producciones discográficas? Mucho.

Por sorprendente que pueda parecer el grupo de las personas que insertan las escucha privada de música dentro de un contexto interactivo social, como facebook por ejemplo, va en aumento. Las listas públicas de reproducción de Spotify y las privadas transcurren en este sentido. Esto no significa que la escucha personal y privada vaya en retroceso, muy al contrario, la música es esencialmente una actividad en inicio privada en su mayoría y es un fenómeno que crece. Cada día se escuchan más música. Debe entenderse en el sentido de que los (i) resultados de la escucha privada, generalmente a través de auriculares que son más tard referidos en foros públicos, y (ii) también que el juego de rumores sociales, anotaciones en redes sobre producciones codeterminan el valor final de la música para el consumidor. Es una interacción. Una metáfora: es como si el escuchante praticase surf con su propia tabla  – mediante su propia experiencia privada y subjetiva  – por la que persigue su porción de experiencia agradable, pero donde las dimensiones y características de la ola dependen, en un cierto grado, de las convenciones y creencias sociales en la red. Lo subjetivo es cada vez más social.

Las redes, incluyo aquí las webs especializadas que permiten los comentarios y/o enviar el enlace a twitter o facebook, guían las expectativas y tiene un efecto bien acotable de hacer homogénea la experiencia de muchos, de lograr un retrato social de la música, en cierto sentido, porque eliminan alternativas discrepantes y amplifican las concordantes. Por supuesto, también hay un espacio para lo minoritario como pequeño cuantitativamente, para microredes con el suficiente impulso para sostenerse de forma bien diferenciadas de otras tendencias más mayoritarias, en buena medida porque critican el valor de la moda. Dentro de cada microred las decisiones tienen la misma tendencia a  la uniformidad entendida ahora como idea marginal aceptada. La música clásica y el jazz es un caso de microred respecto a otros estilos mayoritarios como el hip-hop. Ambos usuarios, el mayoritario y el minoritario, creen moverse en el espacio objetivo de la buena música.

A modo de resumen, usted escucha música porque le gusta, (i) ésta se encuentra en al esfera de los privado acorde con su sistema nervioso, su historia, sus preferencias estética en el plano más de raíz posible, y, a la vez, (ii) esta tendencia individual se ve moldeada y dirigida por los efectos sociales que usted percibe, la aprobación colectiva, la admiración social … . Las redes ultrarrápidas tienen efectos inmediatos hasta el punto que muchas creencias personales adquieren un valor social mucho antes que puedan experimentarse y realizar una síntesis personal. Hace diez años creamos una empresa de marketing por microredes sociales interactivas aplicadas al turismo. Lo denominamos marketing por proximidad. Hoy en día es una metodología extendida y muy mal entendida también. Las mismas personas que rehuían contratarnos por considerar una idea esotérica involucrarse en la toma de decisiones del consumidor en un plano próximo o microsocial ahora contratan servicios parecidos, con la diferencia de que en este momento es una opción viciada, sin disponer del factor iniciativa. No van acompañados de investigación de primer nivel, o, a lo sumo, descansan sobre un proceso indefinido y débil que se llama «inteligencia de mercado», un proceso confuso centrado generalmente en el análisis de la competencia, el pseudoconcepto de ventaja y de oportunidad del producto. La publicidad falla en la misma medida que se ha abandona la investigación con letras mayúsculas. Pocos hacen predicciones desnudas sin soporte de base de datos. Dejemos este punto. El propio lenguaje de los técnicos del marketing es marketing; este y los procesos de Big Data se encuentran cada día más cercanos, más conectados como se dice ahora,  una inmensa cortina de humo creada por empresas de investigación pseudocientíficas para vender su propio sistema de brújula y linterna. Esto no tiene nada que ver con el tema aunque  señalarlo me causado satisfacción.

No gustaría indicar que pese a estas tendencias a la uniformidad social no somos ni clones ni idiotas sociales dispuestos a seguir sólo tendencias. Es un factor. A veces somos muy inteligentes, podemos crear, innovar y otras reconocer originalidad como valor. Sinceramente pensamos que la creatividad emergente e imprevista es un valor que no se puede tabular. Un sistema absolutamente predecible no puede ser y jamás podría funcionar.

En este marco de referencia comprar un CDs, escuchar Spotify o Itunes, visualizar un vídeo por youtube o sentir un deseo irrefrenable de tararear el tema de moda es una decisión personal sincronizada socialmente, un suceso individual modulado por sus grupos de referencias y medios técnicos afines. Vender música es una práctica comercial interactiva en la que se ofrecen productos en muchos formatos y calidades. La fórmula en que encapsula la música no es el problema. Para una empresa es indiferente vender un fichero mp3 que un pista DSD-DXS siempre que  el margen económico es el mismo en ambos casos si no fuera porque la calidad y el concepto propuesto como empresa en en sí mismo muy importante y diferenciador. Vender requiere grados de participación recíproca entre (i) los consumidores, (ii) el artista o alguna instancia que lo represente directamente, y  (iii) la empresa productora que debe fijar las condiciones abiertas y públicas en las que ocurre esa interacción y dispone de un producto diferenciado. Si decides comprar algo es porque lo sientes próximo a ti y te comprometes en alguna medida en ir más allá del cálculo económico, en el sentido de minimizarlo. La búsqueda de espacios físicos o virtuales en las que esta posibilidad transcurra es una de las condiciones en el que debe transcurrir el negocio de la música.

Si se quiere vender música, tener beneficios y difundir creación estética hay que insertar el modelo comercial dentro la perspectiva social. Si ustedes se fijan, las razones aludidas aquí para vender son las mismas por las que aún existen los conciertos en directo.

Aplazamiento definitivo de servicios.

Desde agosto del 2016 hasta agosto de 2017 nos hemos dado un plazo para aumentar nuestra producción, para trabajar con nuevos músicos, interpretes y compositores tanto en contexto local de Canarias como en otros más amplios. La mayoría de nuestras propuestas no han obtenido la respuesta en la dirección que esperábamos o simplemente jamás fueron contestadas. La conclusión que extraemos es que cuando los contenidos no depende de ti mismo como creador no se puede asegurar la pervivencia de las empresas. No basta con disponer de los medios técnicos óptimos para grabar música si no existen proyectos interesantes que les infunda la vida.

Agradecemos la confianza que hemos recibido de los interpretes, directores y compositores con los que hemos trabajado hasta el día de hoy, tanto en las pequeñas como en las grandes historias. Les deseamos muy sinceramente el mejor de los futuros.

Le informamos que prolongaremos los proyectos vigentes hasta finales del 2017. También queremos hacerle llegar que seguiremos con nuestras «historias» en el blog relacionadas con la música en general sin otra finalidad que expresar nuestras inquietudes. Han sido ocho años muy interesantes. Gracias.

Picadillo MIX

Este post trata sobre la creación de grabaciones apoyadas en la edición y mezcla de trozos de audio hasta obtener un tema. completo. Aprovecho para contarles mi opinión sobre los tipos de grabación que se puede realizar en un estudio. El dominador común es la veracidad de las producciones. Las nuevas técnicas relacionan estrechamente la edición de vídeo y midi con el audio. El ambiente artificial de estudio y edición reemplaza con rapidez los ambientes naturales de grabación. Al final del post creo que quedara claro que el «nivel técnico  real» compite ahora con una nueva medida de las capacidades de los intérpretes y directores: «el nivel técnico virtual», que no es otra cosa que un indicador resultante de (1) fundir las técnicas de estudio en las que los músicos graban en diferentes tiempo: minutos, horas, semanas, primero uno y luego otro…, y  (2)  grabar fragmentos separados y luego combinarlos. Sobre estos temas van las siguientes reflexiones. Estos procesos no son ni buenos malos, simplemente son.

Martín es un guitarrista competente. Recibió un material de audio en la que debía insertar su guitarra acústica, al estilo acústico. En total cinco intervenciones como guitarra solista para tres temas, aproximadamente 2,40 minutos. Para la ocasión utilicé dos previos Avalon 737 con micrófonos AKG 414. No antes del tercer compás interrumpió la grabación. No observé ningún error importante, la afinación era impecable y la articulación muy correcta. Por los auriculares Martín recibía un envío de una pista de audio de una guitarra rítmica y piano que alguien había grabado antes junto con un bajo y batería midi. Luego repitió el mismo fragmento otras cuatro veces. Para no cansarles grabó 26 pasajes.  En pocas ocasiones interpretó su parte de principio a fin. El trabajo edición de la guitarra fue intenso. Martín seleccionaba la versión «mejor» para cada grupo de figuras, por ejemplo, del primer compás hasta el «sol» de la tercera versión y empatar con el «si» de la segunda versión hasta el final acorde de negras del compás tercero de la cuarta versión. Un rollo. La selección precisa de cada pasaje basta para crear un único pasaje formado. Llamo a este sistema de edición «Picadillo Musical», un tipo de menudeo sistemático en el que el tema musical emerge de la combinación de fragmentos seleccionados. La aportación de Martín es la resultante de un «copia y pega» inteligente. Las pocas diferencia de acústica entre los fragmentos se corrigen con facilidad. Los cuatro pasajes quedaron impecables en lo musical y les puedo asegurar que los empalmes son inapreciables a «simple oído».


avalon_737

El músico me informó sobre los requerimientos técnicos necesarios para la grabación, y alguna otra sugerencia general. Querían un sonido puro, sin efectos para mezclarlo más tarde. Martín solo conocía al músico que tocaba el piano eléctrico. No habían ensayado juntos jamás.  Cada miembro de la «banda virtual» desconoce como acabarán los temas mezclados. Él pertenece a una nueva modalidad de las prestigiosa categoría de «músicos de sesión»:  «músico de sesión no presencial», por asignarle un nombre con cierta «guasa». Cada vez recibe más propuesta de trabajo como la que he descrito. Martín me comenta que los costes de grabación se reducen, que la calidad aparente aumenta, y que el tiempo de producción queda aminorado. En definitiva, ahorro de la inversión y aumento de la calidad final. En resumen, cada músico ensaya en su casa y graba donde puede dentro del «aire general de sonido». Luego alguien va a emparejar en la edición final y genera un ambiente general creíble. Los muy grandes interpretes y «gente de provecho» graban en el mismo estudio cuando se lo permita la agenda. En este caso hay que añadir el precio de un par de días de hotel, los pasajes de avión y dietas. al costo de producción  Es preciso coordinar las agendas de los músicos con la disponibilidad del estudio. Una ganga.

Este “escenario interconectado” de grabación y mezcla, quizás más adelante lo sea también para sesiones en vivo,  será cada día más habitual. Creo que debemos valorarlo como una oportunidad para producir música de forma rápida con una importante disminución en la inversión económica.. Pese a ello, estas prácticas no son válidas en cualquier condición. Mis dudas van dirigidas a la técnica de mezcla y edición por «cachitos», es decir, a fabricar un pasaje original mediante la mezcla de fragmentos de distintas grabaciones – unir pedazos de distintas pistas o pasajes – tal como he descrito en el ejemplo inicial. Me refiero a ella con el nombre de «Picadillo Mix» o «Troceo Mix. Cuando digo dudas no me refiero a una manifestar una posición frontal ni a asumir una «actitud integrista» en su contra. Hay demasiado que aprender para permitirme el lujo de cerrar puertas. La edición de fragmentos heterogéneos produce un nuevo producto que es la suma de los pedazos. Es obra del editor, asesorado por el interprete, productor y/o director musical quienes seleccionan los mejores trozos y los empastan. Por el camino podría corregir alguna desafinación puntual. En coros y cantantes podemos aprovechar el momento para «bajar» las «esseeess» y afinar las entradas con aplicaciones como tipo Flex de Logic X. Muy comprometido.

La crítica más fácil contra esta tendencia me parece que surge de la noción de autenticidad. En mi enfoque musical, la autenticidad designa dos cuestiones: (a) el uso de técnicas, instrumentos y criterios interpretativos de épocas anteriores al romanticismo, es decir autenticidad como historicismo. El segundo significado (b) relaciona la interpretación con los rasgos fundamentales que el compositor ha escrito, con su arquitectura y sintasis. Autenticidad como exactitud con la partitura. En este caso los interpretes y el director no deben sobrepasar lo que el compositor ha escrito. El «picadillo mix», guste o no esta idea, es coherente con los dos criterios de autenticidad. No se encuentra aquí la raíz de mis objeciones. Esta técnica de montaje musical necesita con la grabación en estudio:

Grabación en el  Estudio en simultáneo (1)  en una sala o diferentes salas: Se realiza una sesión de estudio en la que los interpretes graban en distintos salas del estudio en directo, todos al mismo tiempo apoyados en el retorno de audio a través de auriculares que transmite al menos un metrónomos. El técnico de sonido mantiene absoluto control sobre la grabación. Ningún problema.

Grabación en el Estudio en diferentes momentos: (2)  La grabación con interpretes cuando tocan sus instrumentos en distinto tiempo (como en el caso de Martín). Primero la batería o continuo el lunes, luego la sección rítmica, el jueves, luego las voces … . En el lado positivo permite la producción de música diferida,  en distinta escala temporal: horas, días, semanas … . Puede editarse un disco con los músicos distribuidos por todo el planeta. Parece un requisito para la la producción de música virtual. Estas prácticas pueden llegar a ser valiosas y abren puertas aunque no está ausente de problemas.

Grabación en Estudio con en diferentes espacios y tiempos (3).

Mantengo muy serias reservas respecto al «Picadillo Mix» tanto si se graba en sesiones  tipo (3) como no, objeciones referidas a la naturaleza misma de la música grabada por trozos. No me refiero que se pierde la unidad de la obra. Los pocos que me leen ya saben que no estoy de acuerdo con el procesamiento espacial de la música en modo de reverberación añadidas (da igual la tecnología de reverberación), el uso de fuertes compresores y limitadores para ganar presencia y decibelios, o los sistemas de afinación y corrección del tono. He tenido la desgracia de formarme en masters en los que estos recursos levantan serias sospechas, especialmente la introducción de efectos reverberación artificial. No imagino la impresión sobre el Picadillo MIX. Esto no significa que rechace a las producciones basadas en el trasiego de trozos independientes como cualquiera de las otras prácticas citadas. No las considero malas prácticas profesionales, aunque si prácticas mejorables. No me encuentro nada cómodo con en picadillo plano conceptual, si es que esto existe. Es cierto que ordenar trozos requiere talento y un gran conocimiento de la obra y su dinámica; requiere interpretes muy seguros y analíticos que saben retomar un interpretación «a palo seco», desde un compás preciso. Pero….

Mis dudas se centran en que la música resultante (1) no existió nunca, no se corresponde con un suceso real completo, no es veraz,  y por tanto, (2) no representa la calidad técnica e interpretativa completa del interprete, aunque la puedas inferir. ¡ Quién sabe …! Siempre tendré la duda acerca de como sería una grabación de un tirón. Es una ayuda extra. ¿Dopaje? Puede convertir a un pausado y aficionado interprete «Home Recording» en un virtuoso «máquina total» sin serlo siquiera en sueños. Los conozco.  Aún así tampoco estoy dispuesto a afirmar la maldad definitiva del Picadillo. Desde el punto de vista del pentagrama es auténtico, desde el punto de vista de la capacidad técnica e interpretativa de los músicos es muy controvertida, música que sobreviene o emerge desde la mezcla.

Después de dar muchas vueltas a la cabeza y sopesar las implicaciones del Picadillo MIX he llegado a siguiente conclusión: es una técnica de producción respetable, para mi, sólo en el caso de que el consumidor sea informado sobre la naturaleza de la grabación de la música que va comprar. No importa que sea fácil o difícil informar.  Es muy fácil grabar al estilo Picadillo MIX y dejar que el consumidor mantenga la presunción de que ha sido una grabación convencional, en directo. Los sellos discográficos o productoras deben informar del procedimiento elegido.

Un amigo me comentó que consumidores ya saben que las técnicas de picadillo son el formato de edición por defecto, el estándar: «No te comas el coco, todo el mundo lo sabe y no pasa nada». Puede ser cierto en la música pop o techno. No se me discutirá que en el jazz y en la música clásica es una práctica menos habitual. ¿Seguro? En cualquier caso, el sello discográfico debe informar que el concierto de violín de Beethoven ha sido editado «con ayudas adicionales». Dudo que un consumidor se sienta cómodo cuando sea informado que ha sido producido al «estilo picadillo». Basta una advertencia tipo: «Esta versión ha sido realizada mediante la selección y combinación de los mejores pasajes registrados» por redactar un texto de  forma suave. En las producciones donde la pericia técnica del interprete ocupa un porcentaje significativo en el prestigio otorgado la producción creo necesario e imprescindible la advertencia » ¡ Atención picadillo ! » , por decirlo de forma salvaje. Entre mis discos tengo varias versiones de las sonatas de Mozart por el interprete Badura-Skoda en la que se advierte que la grabación no tiene alteración. Esta anotación multiplica el valor interpretativo del disco.

El pragmatismo ocupa una parte importante del ideario colectivo. Algún director de orquesta y coros, con un nivel mil veces superior a quién se atreve a escribir estas lineas, me comenta que harán todo lo que esté en su mano para defender el prestigio de su agrupación y lograr una versión impoluta. Una planteamiento correcto y honorable.  Algunos asumen la calidad final mientras prescinden del punto de vista de que los escuchantes piensen que se trata de una versión grabada «de un tirón». La práctica de laboratorio mix tropieza con la ingenuidad del escuchante. Imagino que tampoco el interprete se encontrará cómodo a la luz este planteamiento técnico. Un punto de vista práctico. He comentado estos asuntos con un super-técnico y me ha comentado que dispone de herramientas para saber cuando una grabación ha sido editada por «Picadillo MIX». Incluso afirma que puede localizar el número de cortes y generaciones de audio superpuestas. Quizás esta información sea importante en un futuro para clasificar las producciones. Toda intervención en el master deja huellas. Entre las opiniones de expertos gana la tesis de que el mejor sonido y la mejor interpretación es el objetivo, cómo se logra no es un asunto que merezca especial atención. la mayoría ni se los plantea. Pragmatismo nuevamente. La tesis contraría será etiquetada como «sólo filosofía» o «romantecismo bisoño».

La influencia de las técnicas de edición cinematográficas y de vídeo han llegado a la producción musical pura. Un CD es cada día más parecido a una película. Se trasladan a la música un «halo de irrealidad»,  música sobrevenida como un montaje de cine con guión. La diferencia es que el cine es irreal, mientras que el audio de concierto es real como el teatro.  Como en el cine, el picadillo mix no se corresponde con la realidad, es una reconstrucción, algo que pudo ocurrir, algo que no ocurrió que suena espectacular.

Alguién podrá objetar que toda grabación acarrea un nivel de edición sonora, es decir, una alteración del sonido a través de las particularidades acústicas de los previos, ecualizadores y compresores. Cierto. Lo que me resulta preocupante no es el procesamiento en si mismo, es la segmentación del audio en trozos y su mezcla posterior. Concedo que por muy transparente que sea acústica siempre recibe algún grado de deformación. Es un comentario acertado manifestar que todo el sonido ha recibido muchas toneladas bits extras. No existen el audio perfecto por muy diáfana que sea la tecnología. La unión de fragmentos es procesamiento que introduce un cambio drástico, alteración total, una ruptura con la que sucedió. No todo vale.

Para mi, la naturaleza del concierto es el directo, grabada en estudio o no,  como y donde se quiera, siempre que se desarrolle en tiempo real sin cortes, mejor en un ambiente natural, un paisaje con un «audio bonito» al que puede sumarse cualquiera de principio a fin. ¿Es el picadillo mix la última versión del  arte degenerado? No, es aprovechable para producciones sociales interactivas. Imagino varias posibilidades interesantes. Las técnicas de estudio tipo II son más valiosas que el picadillo en este sentido y no atentan contra la veracidad de la grabación. En  mi opinión, para ser expresión comercialmente más responsable debería ser etiquetada con un término reconocible, de lo contrario caerá sobre la música una sombra de duda permanente. Otra pregunta: ¿qué es una grabación perfecta?, ¿un disco en el que se han omitido los errores es más perfecta que otra en la que se ha logrado el máximo nivel  interpretativo de un grupo?