En este post vamos a contar por qué nos parece importante grabar la reverberación de la sala donde transcurre la grabación. No tenemos nada especial contra el uso de reverbs artificiales. El tema del post trata en definitiva del complejo caso en el que diseñas una grabación en el que los sistemas de micrófonos de refuerzo o surround apunta en una dirección opuesta al sistema principal. Estos casos son muy pocos frecuentes en la grabación de estudio en estilos modernos como el «house» o el «hip hop» en el que predomina la grabación puntual, uno a uno, sobre los instrumentos.
Algunas personas me han comentado cómo grabar el ambiente de una sala de conciertos o de cualquier otro entorno de sonoro de grabación, no en estudios. El porqué ya lo he comentado en media docena de post. Nuestras ideas sobre el papel de la reverberación natural están expuestos aquí «Not Ambientless«. Este post aporta un enfoque para grabar la acústica de las salas. En este otro post 2L también están diseminados algunas ideas sobre grabar en el ambiente real.
Para mezclar una pista estéreo con reverb natural tiene que grabarse con diferentes fuentes de sonido, sonido directo e indirecto al mismo tiempo. Con tal fin es necesario grabar con un número amplio de micrófonos independientes situados próximos a la fuente y , en otros casos, situados en espacio muy lejanos con la se crea una imagen estéreo o multicanal.
La dirección y sentido en el que se registra del sonido ambiental en una grabación de alta fidelidad es un tema de gran calado. Hay dos posibilidades (a) Todos los micrófonos registran el sonido en el mismo sentido, todos apuntan hacia el centro gravitacional de la grabación, una topología de grabación coherente con micrófonos omnidireccionales, o (b) se puede utilizar micrófonos más direccionales de refuerzo incluso en el sentido contrario al sistema de micrófonos principal, una topología muy comprometida y rica a la vez. En uno u otro caso la técnica que exponemos requiere prestar especial atención a los posibles problemas de fase, muy especialmente en el segundo caso. La aplicación de factores de tiempo correctivo es necesaria a veces. En ocasiones, prácticamente siempre aún siguiendo la regla 3:1, dos micrófonos en sentido contrario intercalan problemas de fase y cancelación en la grabación. La posibilidad de que dos ondas pueda cancelarse o interferir en la fase dentro de un campo difuso exige controlar las distancias entre los sistemas de micrófonos, su orientación, ángulos , y además atender al procesamiento de pistas en el DAW. Problemática aunque necesaria. No pierdas de vista tus medidores de correlación una media de +0,70 es muy razonable con esta técnica de búsqueda de la reverberación natural con sistemas especializados captar todo el espacio. Hemos comprado últimamente que hay una forma idónea de captar el sonido lejano de manera prístina y coherente: el uso de omnidireccionales surround como los Sonodore BLM21 o Schoeps BL CCM. Ambos se sitúan sobre superficies planas. estos micrófonos producen una registro seco del ambiente ideales para mezclar.
Aquí nos enfrentamos a varios problemas. ¿Cómo está afectada esta maniobra a la imagen estéreo final? Bastante. Tendrás que optar por un tipo de micrófonos, planear distancias, medir, colocar y comprobar. Estudia las perspectiva que te ofrece el espacio y sus fuente. Prueba a dar la espalda al orquesta, levanta la cabeza. el problema de la grabación en el ambiente en estéreo o surround es integrar perspectivas, algunos de ellas muy comprometidas. evidentemente en una grabación estéreo poco se puede hacer, predomina el enfoque frontal derecha – izquierda.
Utilizamos un par micrófonos por cada punto de interés de la sala. Normalmente sólo uno o dos pares. El par principal surround flanquea el (i) sistema central de micrófonos pero apunta al sentido contrario, hacia los laterales y/o hacia el fondo de la sala casi siempre. Los sistemas (ii) auxiliares de reverberación se dirigen a otros puntos de interés, incluso al techo, paredes, huecos resonantes en especial cuando grabamos en multicanal 5.1. que la perspectiva sea coherente y no comprometa los niveles de correlación generales de la grabación es esencial. Nunca debe de perderse de vista que el problema de este plan de grabación es que el escuchante podría tener en su mente varias perspectivas del ambiente, algunas de ellas paradójicas, poco coherentes entre sí. No las escuchas en un concierto salvo que te des la vuelta por completo a mires al techo. La alta fidelidad excluye las perspectivas paradójicas como hemos mencionado. No siempre es necesario usarlos micrófonos a -180º aunque en ocasiones existe un punto de interés diferente a la posición ideal del escuchante. Si la grabación es estéreo entonces es necesario mezclamos todas los pares de micrófonos con las reverberación (reverb) naturales para que sea compatible y coherente con la imagen principal.
Lo complicado de la grabación del ambiente indirecto es la mezcla que debe integrar los distintos plano, auténticos matices que permiten discriminar entre una gran grabación buena de otra excepcional con la cantidad de alquimia suficiente para que todo cuadre. El par central de grabación reverberación aporta en punto de balance y equilibrio, lo demás requieres pensar de modo especular, hacia atrás y altos lados, invertido los lados. En resumen primero hay que lograr que la mezcla de sonido ambiente (i) sea correcta y equilibrado, verídica, y luego hacer pequeños ajustes (ii) para acoplarlo a la imagen frontal de los intérpretes.
La grabación de la reverberación natural tiene sus limitaciones. A diferencias de los programas de artificiales los índices de dispersión o los coeficientes de absorción y decenas de otras variables de software- no puedes modificarlos, son dimensiones físicas invariables determinadas por la forma y los materiales de la sala. Puedes usar resonadores, usar apantallados o cortinas, todos medios físicos para recrear alguna propiedad física interesante de la sala «ambiente en la sala».
¿Qué queda después de mezclar los micrófonos ambientales? La «respuesta débil» de la sala. matices, geometría y volumen. En este tema no hay dogmatismos. Nosotros pensamos simplemente que el uso de la información ambiental es fundamental. El registro de la información débil e indirecta recoge la particular forma – el modo propio – con que responde una sala de concierto, aún sin que fuese de la respuesta perfecta, aún con frecuencias estacionarias nocivas inherente a la geometría de la sala, que el acople de frecuencias con objetos resonantes puede perjudicar una grabación seriamente. A veces lejos de ser nocivas podemos asegurar que captan la singularidad acústica del espacio, en ese caso decimos que añade distorsión tímbrica o «color». Es segurio que en una grabación en el ambiente van a existir existir huecos o descompensaciones entre las frecuencias en la sala. Un sonido envolvente o reverb natural no sonará nunca como un disco de James Taylor grabado en «estudio equilibrado». Tampoco es el objetivo. La alta fidelidad no es perfección, es exactitud. La otra parte a considerar a favor del uso de reverberación natural es que el perfil de respuesta de la sala determina sus virtudes además de sus defectos, es aquella información que la hace especial, hace referencia a las propiedades únicas. La naturaleza del sonido en los estudios es neutra hasta que el hardware de grabación haga su trabajo e «interponga» la sensación de espacio y timbre artificial. Suena simplemente igual. Nuestro punto de vista es distinto. La voz resuena en un medio natural irregular, transcurre en el «espacio desigual» y en un «tiempo asincrónico». La voz recoge las propiedades del intérprete en el contexto físico en el que canta.
Como comentamos un poco más arriba crear el ambiente de reverberación supone incluso en ocasiones grabar de espaldas a los micrófonos centrales.