Con este post vamos a cerrar siete años de trabajo intenso en los que hemos acotado cuál es el marco de referencia en el transcurra nuestro modelo de producción musical. En el año 2007 teníamos una aceptable formación musical en el terreno clásico y jazz. Respecto a las técnicas de grabación es justo reconocer que teníamos un amplio margen de formación y mejora por delante. La experiencia local, algunos cursos especializados de grabación y edición orientados clásica, y miles de horas de experimentación centradas en la comprensión y desarrollo de técnicas de grabación ajustadas a nuestros objetivos, algunos terabytes con ficheros másters de música clásica cedidos por ingenieros y técnicos especialistas europeas para su estudio. Miles de horas después acumulados con trabajos minuciosos de edición, decenas de correspondencia electrónica con ingenieros de primer nivel mundial que han tenido a bien atender mis preguntas planteamientos e incluso revisar muestras de audios con los que me une en algunos casos una relación muy cercana, la adquisición de equipos de primer nivel de grabación, especialmente aquellas inversiones orientadas a mantener un variado «backstage» micrófonos de calidad excepcional que nos han obligado a estudiar cómo extraer el máximo rendimiento de ellos y el aprovechamiento de sus capacidades para nuestros clientes, después de este esfuerzo decíamos, no vamos desencaminados si afirmamos que nos sentimos preparados para afrontar grandes proyectos de grabación y edición. Estamos a la espera terminar la construcción de una sala de control y escucha especializada tanto para mezcla y como para mastering para cerrar el círculo. No nos preocupa en exceso las dificultades técnicas a las que sabemos que podemos dar una respuesta acertada rápida o lentamente. Nos preocupa la falta de proyectos en nuestro ámbito geográfico tanto el en sector de la iniciativa privada como institucional.
Después de estos años hemos llegado a un concepto de producción musical prácticamente desde cero por la falta de referentes próximos que sean valiosos. Hemos expuesto, a veces de forma machacona, una serie de planteamientos, que son la columna vertebral y el sistema nervioso. Paso a resumir a continuación y hacemos la observación de que no volveremos a insistir más en esta temática en el blog, salvo replanteamiento obligado por la experiencia. No conviene ser dogmáticos. Estos principios son:
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Alta fidelidad antes que alta definición. Una grabación no debe destacar por ser grabada con muy altos niveles de resolución. La alta fidelidad se corresponde con la exactitud de la grabación con el ambiente y las propiedades reales de los instrumentos y voces. La transparencia extrema y el realismo son la clave.
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Siempre que se pueda es aconsejable grabar con los músicos en un espacio real, fuera de estudio, con valor acústico original e histórico. La interacción entre los músicos que interpretan al unísono en ese espacio añade un sentido especial a la música que no se obtiene de otra forma.
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Evitar la edición y corrección de errores que enmascaran las competencias reales de los intérpretes, y siempre que sea posible grabar las obras en una unidad sin cortes y grabadas de un tirón.
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Utilizar la reverberación de origen electrónica lo mínimo imprescindible, y si es posible nada en absoluto, los sistemas de reverberación algorítmica y por convolución crean un espacio acústico artificial.
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Preferir la modificación física de una sala con recursos físicos suficientes antes que usar reverberación artificial.
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Concentrar el esfuerzo de inversión en el núcleo duro de una empresa que grabar en el terreno acústico: (i) excelentes micrófonos y (ii) conversores analógicos – digitales. La mejor inversión posible consiste en disponer de pìstas de audio grabados con el máximo detalle y transparencia.
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Grabar en las medidas de las posibilidades en DSD multicanal aunque la producción finalice en un CD estéreo convencional. Registrar la fluctuación de la música en un ambiente complejo es el indicador más relevante de las grandes grabaciones. No despreciar el ambiente con grabaciones muy directas o muy procesadas.
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En el plano más técnico preferimos la mezcla interna (ITB) en el ordenador para grabaciones clásicas aunque es factible estirar la búsqueda de ligeras variaciones de distorsión en estilos como es jazz, con una operatoria fuera de ordenador (OTB) a través de una acción mínima de mezcladores y compresores lentos.
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Disponer de micrófonos multicápsulas como eje de las grabaciones por la capacidad de revertir o variar la grabación una vez terminada, además enriquecer la perspectiva 3D de la imagen sonora obtenida.
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Cada empresa dispone de sus marcas de hardware predilectas, en parte porque te acostumbras a su rendimiento en muchas condiciones diferentes, a su manipulación, y en parte porque conoces sus límites. En nuestro caso las primeras opciones descansan en micrófonos Josephson Engineering, Schoeps y Sennheiser como principales. En previos de amplificador y convetidores Masalec – Prims Sound son la referencia principal. Por supuesto, hay otras marcas maravillosas como los productos de Pablo Kahayan que están en el «punto de mira». Para todo lo demás, confiamos en los plugins. como DMG, y en la investigación de los soportes informáticos.
Estos diez puntos son el resultado de experiencias y estudio. Son sólo un perfil técnico y un manual de procedimiento que se ajusta a nuestro marco de referencia, a lo que esperamos que ocurra en una grabación y la posterior producción. Hay otras muchas posibilidades, algunas de ellas incluso mejores y más económicas.
Los post escritos hasta ahora son un planteamiento subjetivo en el sentido que se ha hecho explícito los procesos de deliberación por los que hemos preferidos unos planteamientos técnicos frente a otros, aún sin ser los mejores. ¿Quién diablos puede asegurar dónde se encuentra la objetividad, la verdad definitiva en el campo de las preferencias y valores? Nosotros no sabemos los suficiente para intentarlo. Relativiza esta información y camine por su propia senda hasta llegar a una especie de certeza, la suya.
No volveremos a escribir mucho más sobre estos temas técnicos. Vamos a reservar el espacio de blog para escribir sobre la música, su significado social e individual. Intentaremos trasladar el blog desde las preocupaciones técnicas hasta la reflexión personal sobre el valor de la música desde una esfera filosófica, la teoría de la información y las neurociencias. Poco más podemos decir sobre las grabaciones que no hayamos hecho en los últimos cinco años sin reiterarnos. Tenemos muchas ganas de hacer referencias a las novedades bibliográficas más interesantes.